S.E.I.S. De Mijas
miércoles, 6 de junio de 2012
Un incendio avivado por el viento, obliga a desalojar una urbanización en Mijas
Apenas han pasado dos días desde que las llamas obligaran a desalojar un centenar de viviendas en Benalmádena y la historia se repite. De nuevo en la Costa del Sol occidental y con el mismo ingrediente como telón de fondo: las fuertes rachas de viento que azotan la provincia. En esta ocasión la afectada fue Mijas. Al cierre de esta edición efectivos de Bomberos se afanaban por extinguir un fuego originado en el paraje de La Alquería, ubicado en la carretera que une Mijas Pueblo con su vecina Fuengirola, y que obligó a evacuar a una veintena de vecinos de sus casas, según cálculos del propio alcalde del municipio, Antonio Sánchez.
Todo comenzó poco antes de las nueve de la noche junto al recinto ferial de La Alquería, en la hondonada de un arroyo. La fuerza del viento no tardó en multiplicar las llamas, cuyo control se demostró que iba a ser complicado desde primera hora, como adelantó a las diez de la noche la delegada de Medio Ambiente de la Junta, Remedios Martel. Para frenar su avance se movilizó a decenas de bomberos procedentes de Marbella, Fuengirola, Benalmádena y de la propia Mijas. Además, participaron en los trabajos efectivos del Infoca y de Protección Civil, así como agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local.
Y es que la densa nube de hubo que planeaba sobre La Alquería hacía presagiar lo peor. «Está totalmente desmadrado», subrayaba con preocupación sobre las once de la noche uno de los bomberosque se afanaban por controlar el incendio, que obligó a cortar todos los accesos al paraje. De hecho, el ayuntamiento tenía preparado el polideportivo de la localidad por si aumentaban los afectados. Por suerte, no hizo falta y los alrededor de veinte vecinos evacuados fueron reagrupados en los domicilios de amigos y familiares.
El fuego se cebó con la urbanización Alquería y con el diseminado rural del citado paraje, en el que residen en torno a un millar de personas. Para todas ellas la de ayer fue una noche de nervios y preocupación. David Moreno, vecino de uno de los laterales del diseminado seguía de cerca la evolución del viento con inquietud. «Si cambia y se reaviva el fuego nos han anunciado que nos tendremos que marchar», aseguró al tiempo que recordó que esa misma zona ya estuvo en el punto de mira de las llamas hace tan sólo unos meses. «En mayo ya vivimos un episodio parecido, aunque menos grave», recalcó.
El reloj marcaba las 20.30 cuando Francisco Leiva percibió un fuerte olor a humo que le hizo ponerse en jaque. Al poco, este residente del área baja del diseminado recibió el aviso de que debía alejarse de su inmueble. Fue entonces cuando se ofreció a ayudar. «Estoy refrescando la zona con cubos para echarle una mano a los bomberos», indicó.
Al cierre de esta edición, el incendio estaba prácticamente controlado y, a la espera de cuantificar los daños, las fuentes aseguraron que sólo habría calcinado masa de arbolado y matorral.
Dos meses de sobresaltos
El incidente de anoche aviva una lista de siniestros forestales que lleva meses al rojo vivo. Y es que tras un verano relativamente tranquilo, desde septiembre las llamas han hecho aparición en la provincia en múltiples ocasiones. La peor de todas tuvo lugar el pasado 9 de septiembre, cuando ardió el parque periurbano de Los Pedregales de Estepona, cuyos efectos se extendieron rápidamente al municipio vecino de Casares.
El incendio que durante más de un día azotó los montes de ambas localidades dejó a su paso un escenario dantesco y sobrecogedor. Unas 600 hectáreas de matorral, monte bajo y arbolado ardieron en el que ha sido hasta ahora el tercer mayor fuego forestal en Málaga en la última década.
Esta misma semana, el jueves, varios centenares vecinos de Benalmádena también tuvieron que abandonar sus casas ante la proximidad de las llamas. En esta ocasión, el afectado fue el paraje Cerro del Piojo, entre la estupa budista y el hotel Holiday World, en una zona abrupta. En total, fueron unos 250 residentes de Finca La Paloma, El Olmedo y Capellanía los que tuvieron que abandonar sus domicilios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario