jueves, 13 de septiembre de 2012

Los recortes y la ausencia de una política de prevención adecuada contribuyen a que se produzcan más incendios


Los grandes incendios forestales conllevan dramáticas consecuencias humanas, económicas y medioambientales. Sólo en la Comunidad Valenciana se han calcinado más de 50.000 hectáreas de bosque y en las labores de extinción ha perdido la vida un trabajador y otros dos han resultado heridos. Comisiones Obreras ya ha pedido una exhaustiva investigación de todos los hechos y circunstancias del que ya es uno de los incendios más graves de los últimos veinte años. Lo que está pasando en los montes valencianos es sólo la antesala de lo que puede pasar este verano en todo el país. Grandes incendios simultáneos que colapsan los servicios de incendios y muy difíciles de atacar y controlar.

La magnitud de este incendio y de otros que puedan producirse a lo largo de la época estival se verá agravada por los recortes que han llevado a cabo las Administraciones. CCOO ha denunciado reiteradamente que la pérdida de empleo, la precariedad laboral y la falta de medios ponen en riesgo la protección del medio natural. CCOO y otras organizaciones, sectores sociales y económicos y expertos han señalado desde hace tiempo que el riesgo de incendios forestales se puede minimizar con otras políticas y medidas.
Una medida básica es que la biomasa que se acumula en las zonas forestales se recoja durante todo el año unido a otras labores de aprovechamientos de otros recursos de los montes, tratamientos de las masas forestales y en definitiva una política forestal activa. Incentivar esta actividad silvícola generaría empleo rural, contribuiría al buen desarrollo de las masas forestales y permitiría el aprovechamiento energético de estos residuos forestales (para uso térmico o para generar electricidad renovable) con lo que se reduciría además nuestra dependencia energética. Pero la realidad es que no se está potenciando suficientemente el uso de biomasa para calefacción (pellets o astillas) y que se han eliminado las primas para instalaciones de biomasa eléctrica.
Por otra parte, no sólo no hay que recortar los medios para la extinción sino que se debería reforzar el contingente de trabajadores que se dedican a esas tareas. Su profesionalidad tendría que venir de la estabilidad de su empleo, con contratos anuales indefinidos, y de la formación, que incluyera prevención de riesgos laborales. Este refuerzo ha de incluir al conjunto de empleados públicos que se dedican a la conservación de nuestro patrimonio natural, entre ellos a los agentes medioambientales dedicados a la vigilancia, control e investigación de los incendios, para perseguir más eficazmente a los que los provocan dentro de las distintas casuísticas.

C.C.O.O.

No hay comentarios:

Publicar un comentario