jueves, 13 de septiembre de 2012

Héroes entre las llamas



Cientos de efectivos, tanto voluntarios como profesionales, han trabajado a destajo desde el jueves para acabar con el incendio que ha afectado a seis municipios de la Costa del Sol. Hombres y mujeres que han puesto su vida en riesgo para sofocar las llamas y ayudar a miles de vecinos que veían con impotencia como el fuego amenazaba todo lo que tenían. Entre ellos se encuentran los bomberos del parque de Mijas, los cuales, desgraciadamente, han sufrido en sus propias carnes varios incendios forestales de gran magnitud a lo largo de los últimos años. Héroes anónimos, desconocidos para muchos, que se han volcado estos tres últimos días en ayudar a sus vecinos, ya que, como afirman, ése es su trabajo.

Antonio Villalba es cabo de este parque y estaba fuera de servicio, en su casa, cuando fue "activado", tal y como exigen los protocolos de seguridad. En el caso de Mijas, y al ser uno de los municipios afectados, se movilizó a todo el parque, que está compuesto por una treintena de personas. "Llegamos a la zona de Barranco Blanco, que es donde comenzó. El problema fue el viento, porque era muy fuerte, y corría más que el tiempo que nosotros necesitamos para desplegarlo todo" explicaba ayer, tras haber trabajado casi 24 horas seguidas en el incendio.

Villalba afirma que cada vez que son llamados para sofocar un incendio nunca saben lo que se van a encontrar. Sin embargo, el cabo no duda en describir este siniestro como "horrible". "Nosotros nos dedicamos, sobre todo, a proteger viviendas y a las personas, porque el tema forestal lo lleva más el Infoca. Empezamos por la zona de Barranco Blanco y nos fuimos desplazando hacia abajo, que es para donde corría el fuego; llegamos a La Atalaya, después a Entrerríos, a La Mairena, La Cala Resort y por último a Calahonda", detalla.

En el caso de este incendio coincidieron todas las condiciones para convertirlo en uno de gran alcance. Los bomberos califican estas características como la "regla de los 30"; más de 30 grados de temperatura, viento de más de 30 kilómetros por hora y menos del 30% de humedad. Todo ello hizo posible que el fuego se convirtiera en una auténtica "bomba", tal y como afirma el cabo. A todo ello hay que sumar la hora, pues el fuego se propagó rápidamente por la noche, lo que imposibilitó que actuarán medios aéreos durante ese tiempo.

Rubén Cortés es también bombero de Mijas. Cuando recibió el aviso se encontraba en su casa en Málaga. En unos 20 minutos llegó a la instalación municipal y cogió todo el equipo para desplazarse a la zona afectada. Allí comenzó una larga jornada de trabajo que terminó casi 17 horas después. "Ha sido un incendio desbordante porque era grandísimo. Recuerdo que me subí a una cima, miré alrededor y pensé que no era normal. Veía fuego por todos lados, llamas increíbles, que se te van de la vista", señala, a la vez que dice que llegó a incluso a perder la noción del tiempo pues estaba centrado en controlar las llamas y salvar todo lo posible.

A lo largo de la jornada vivió todo tipo de experiencias. Rubén relata el caso de un vecino que les pidió ayuda para salvar su casa, la cual tenía un techo de uralita. No lo dudaron ni un segundo y se trasladaron al lugar donde estaba; cuando llegaron ya estaba ardiendo. También vio a algunos vecinos intentando apagar las llamas con mangueras, por lo que les tuvieron que decir que se apartaran para salvaguardar su integridad. Ayer varios compañeros se encargaban de reparar y limpiar todo el material usado. Con rostro cansado, agotados tras varias jornadas intensas, pero con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo que ha ayudado a salvar a miles de personas.
 

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